Ya estoy aquí. Sé que no me habíais echado de menos porque he estado entrando y saliendo. Sí, lo reconozco, no puedo (ni quiero) alejarme de hacerme palabra cuando lo necesito. Es mi manera de comprenderme, a mí, y al mundo. Y creedme, pasan tantas cosas que es fundamental, para mí, comprender con todo el cuerpo.
Escribo este post para deciros que ya he vuelto. Que iré poco a poco, y con buena letra, respondiendo vuestros e-mails y comentarios. Estos días he aprendido a cambiar de ritmo y os diré que voy a mantener la fluidez y la cadencia. Sufrí mucho por ir a una velocidad propia de este sistema. Fue una incoherencia por mi parte y por fin, con la práctica, he aprendido.
Aprovecho para comentarios que ya tenéis en vuestro buzón el último boletín. Reflexiono sobre la no-maternidad. Para mí ha sido (y es) todo un tema. Lo he vivido como un tabú, en no pocas ocasiones, especialmente siendo doula y viviendo rodeada de amigas que son mujeres-madres. Confío en haber parido las palabras que puedan ser bálsamo o rebulsivo para vosotras, para mí, os aseguro que lo han sido.
Os comento también que, por supuesto, no voy a cambiar los precios de los talleres. Seguirán los descuentos y, en algunos talleres, habrá opción a becas (precios reducidos). Son tiempos para la creatividad y la sororidad. Mi compromiso siempre ha sido con una forma de vida digna y re-evolucionaria, con lo que las subidas estatales no afectarán al precio de los talleres.
Por hoy ¡ya estamos!
Deseo que vuestra vuelta sea una re-vuelta. Que podáis mantener el estado de calma que traéis de estos días. Las vacaciones no son una anécdota, no deben serlo. La vida «real» no es la de correr, volverse gris, aguantarse las lágrimas y morderse la lengua. Ese cambio que buscas está en ti y yo, todas, estamos ahí para agarrarte porque si das el paso, estaremos contigo, no caerás.
Día 5: fase preovulatoria
