Yo quiero amarte alto, suave, tierno
como se aman las colegialas
en el patio del colegio.
Yo quiero quererte sin miedo
ni medios, ni mentiras, ni silencios.
Yo quiero, amor, hacerte cuerpo
darte carne, darte be( r) sos.
Cuando caiga la noche
al abrigo de tus manos,
yo quiero besarte las alas
abrirme el pecho y volar alto.
Yo quiero, amor, amarte amando
Preñar de luciérnagas el uni-verso
Y que cada palabra sea un gesto
en la caricia de tu espalda
En la boca, darte un beso.
Así pongo fin a la investigación sobre «Las relaciones de amor entre mujeres: la corporalidad del amor» para el Máster de Estudios de la Libertad Femenina de Duoda. Porque hay palabras que para que sean, han de ir hiladas en be(r)sö.
Día 16: fase ovulatoria