«Temer por la otra es reconocer desconocerse. No hay nada allá fuera que no esté ya dentro. Temer por el otro es equivocarse porque nadie de fuera puede robar nada de lo que palpita dentro de una. Ahí dentro descansa la libertad y también el miedo a perderla. Incluso el amor, a veces, descansa sobre el miedo. Está en cada una la disposición de abrirse hacia dentro y bucear. Nadie puede hacer esto por nosotras. Nadie, tampoco, puede impedirlo. Por eso, da tanto tanto pánico»
Esto pensaba yo esta mañana, reflexionando sobre el libro La niña del faro que, por cierto, ayer-noche terminé
día 11: fase ovulatoria
Tags: apertura miedo mujer mujeres en relación ser