En los talleres no sois pocas las mujeres que habéis sido diagnosticadas del síndrome de ovarios poliquísticos. Como muchas sabéis mi enfoque se aproxima más a la de la Dra. Northrup que habla de la influencia de la psique y las emociones en el desarrollo de enfermedades. Especialmente se basa y me baso en las últimos estudios que confirman que nuestro entorno (familia, trabajo, hábitat, alimentación, etc) puede afectarnos en más de un 80% dejando a la genética un menor margen de influencia. Esto nos deja abiertas posibilidades de incidencia y cambio con un buen porcentaje de responsabilidad sobre nuestras decisiones y actuaciones [OJO no confundamos responsabilidad con culpa, que la línea es muy fina y estamos muy enganchadas a ésta. Recordad que: la culpa NO existe porque NO existe el pecado] Estas posibilidades nos hablan de que el determinismo apenas sí tiene espacio y nos apremia a habitar nuestro cuerpo para aprender a escucharlo (escucharnos). Como siempre digo en los encuentros, escucharnos (escuchar al cuerpo, pero es que nosotras somos nuestro cuerpo) es cuestión de práctica. Al principio puede que nos cueste pero, una vez aprehendido el hábito, la historia cambia radicalmente. La mejor manera que yo he encontrado es la de conocer mis ciclos y abandonar la lucha contra mí (contra mi cuerpo).
Nuestro cuerpo se expresa de múltiples maneras y funciona como un semáforo. Muchas veces sentimos que está en ámbar pero pasamos de largo, cruzamos los dedos y nos decimos «bah, no pasará nada» hasta que al final se pone en rojo y comenzamos a sufrir. Muchas hemos aprendido un montón de nuestro semáforo en rojo incluso esta alerta nos cambió el rumbo de nuestra vida. El color rojo habla de cambio, de no poder vivir en condiciones óptimas en una situación concreta. Por ello hemos de buscar un cambio e ir hacia él. Sí claro, a veces se cronifica, a veces no se pasa, a veces nos morimos PERO nuestro enfoque ha cambiado y por tanto nuestra vivencia es otra totalmente distinta. Aquí es cuando hemos pasado a ser habitantes de nuestro cerebro a moradoras de nuestro cuerpo y por tanto, responsable de nuestros pensamientos, sueños y actos. En estos casos, algunos de ellos, las enfermedades remiten o cambian. La cuestión es que nosotras hayamos cambiado y que en el camino al cambio hayamos encontrado nuestras verdades, nuestros humores, nuestros miedos… La cuestión, para mí, es la de conocerse íntimamente como dijo Buda. Por ello es fundamental poner atención a los mensajes de nuestro cuerpo, que no son otros que los mensajes de la vida a través de nosotras. Por ello comparto este magnífico texto de Susun Weed sobre qué podemos hacer si tenemos síndrome de ovarios poliquísticos.
CONSEJO: contad siempre con una mujer sabia que os acompañe en este proceso. Como bien sabéis, solas el sufrimiento aumenta y con él, el sentirnos perdidas.
Síndrome de ovarios poliquísticos
Syndrome of ovaries by Susun Weed traducido por Carmen Valenzuela- Cervantes
Paso 1. Recoge información.
-Al síndrome de ovarios poliquísticos se lo conoce también como oligonovulación crónica y formalmente se lo llama síndrome de Stein-Leventhal.
-Este síndrome afecta al 5-10 por ciento de las mujeres en edad reproductiva de EEUU- unos cinco millones de mujeres al comienzo del siglo XX.
-Las mujeres con este síndrome presentan diversos síntomas: la subida repentina de peso, el vello facial y las reglas irregulares son los clásicos. Pero el pelo corporal, la caspa, la calvicie, la apnea de sueño, la ronquera, el acné, el dolor pélvico, la infertilidad, la presión alta, el colesterol alto, la resistencia a la insulina, y numerosos quistes en los ovarios son también frecuentes. La severidad de los síntomas varía de una mujer a otra. No todas las mujeres tienen todos los síntomas. Aproximadamente un tercio presenta síntomas severos.
-Las mujeres con ovarios poliquísticos producen el doble de testosterona que otras mujeres, así es que la diagnosis depende de un examen de sangre.
-Las mujeres con ovarios poliquísticos son con frecuencia resistentes a la insulina. Hasta el 40 por ciento de las mujeres con ovarios poliquísticos desarrollan resistencia a la insulina a los cuarenta años.
-Las causas del síndrome son desconocidas hasta el momento. Puede haber un componente genético. Hay una teoría que ve la base en posibles anomalías del hipotálamo, que hacen que este dé órdenes a los ovarios de producir mucha testosterona. Otra teoría ve la causa en una malformación del ovario. Aún hay otra para la que el síndrome de ovarios poliquísticos es un efecto de la resistencia a la insulina y no al revés. Según el experto en insulina Gerald Reaven MD, la demasiada insulina puede hacer que los ovarios produzcan un exceso de testosterona.
-El síndrome de ovarios poliquísticos aumenta el riesgo de diabetes, cáncer de endometrio y enfermedades cardiacas. Las mujeres con ovarios poliquísticos padecen más obstrucciones de las arterias coronarias y calcificaciones que otras mujeres.
Paso 2. Reúne fuerzas.
-Aunque los dos sexos tienen ambas hormonas, el estrógeno caracteriza a la mujer y la testosterona al hombre. Según esta regla simple, si las mujeres tienen mucha testosterona, podríamos decir que están masculinizadas, un problema común de nuestras culturas modernas. Busca en ti a la mujer sabia.
-El remedio homeopático silicea alivia los quistes crónicos.
-Afirmaciones para la mujer con ovaries poliquísticos:
-Me entrego a la dulzura de la vida.
-Rompo mis barreras y me aventuro a todo.
-Muestro mi sabiduría interior para el bien de todos.
Paso 3. Nutre y tonifica.
-El ejercicio moderado y regular favorece el uso sabio de las hormonas y la glucosa, que lleva a menos depresiones, menos cánceres de pecho y reproductores, menos ataques de corazón, mayor presión arterial, menos diabetes, y reducción de los síntomas de los ovarios poliquísticos.
-Las hormonas son tipos de grasas especializadas. Cuando hay problemas hormonales, siempre pregunto por las grasas de la dieta. Los ácidos de grasas esenciales son especialmente importantes en la salud reproductora. Para aumentar los aceites grasos Omega 3 y disminuir los omega 6, tomo abundante aceite de oliva, mantequilla, leche entera, nueces tostadas y pescado graso. A las mujeres con ovarios poliquísticos les va mejor una dieta de grasas y granos enteros.
-Evita productos que contengan grasas trans. Las grasas trans interfieren con las señales hormonales en todo el cuerpo, según la química de lípidos Sally Fallon. También, dice, los conservantes y otras “excitoxinas” en comidas procesadas alteran el fu
ncionamiento del hipotálamo y distorsionan los mensajes hormonales.
-Una dieta que incluya yogur y salmón, pero ningún otro producto animal, puede reducir la necesidad de drogas en muchos diabéticos. Pero no sustituyas la leche por la soja.
-La doctora Mary Enig, nutricionista, dice que el síndrome de ovarios poliquísticos está fuertemente vinculado al consumo de soja, especialmente en mujeres a las que se les alimentó con formulas de soja de bebés. La doctora Naomi Baumslag, nutricionista, presidenta de la Women’s International Public Health Network, nos recuerda que “La cantidad de fitoestrógenos en la formula de soja [y los productos de soja] puede variar hasta en diez veces …la soja que se usa hoy…tiene más isoflavonas…”
Paso 4. Estimular/sedar.
-La tintura de Sauzgatillo (vitex agnus-castus) tiene un fuerte efecto sobre todo el sistema hormonal. Es especialmente de ayuda para mujeres con dificultades para concebir, ya que su uso regular propicia la ovulación. La dosis es un gotero.
-Es mejor que hagas tu propia tintura, ya que la tomarás tres veces al día de uno a tres años. Llena un tercio de un bote de un litro con bayas secas de sauzgatillo (o la jarra entera con bayas secas, si tienes acceso a ellas). Llena el bote hasta el borde de vodka 100 proof, tápalo bien y ponle una etiqueta. Tu tintura estará lista en seis semanas, aunque a mí me gusta esperar más -un año no es mucho- si tengo tiempo.
-La serenoa (serenoa repens) tiene un efecto modulador del andrógeno, según los herbolarios David Winston and Karta Kahlsa, lo cual la convierte en la aliada perfecta de las mujeres con ovarios poliquísticos. La tintura de serenoa en dosis altas (4 ó 6 goteros al día, o más) puede reducir el crecimiento del pelo, revertir el aumento de peso, eliminar el acné e incluso estimular la ovulación. David Winston combina sauzgatillo con serenoa y diente de león para obtener resultados óptimos.
-A las mujeres con ovarios poliquísticos, Terry Willard les ofrece tintura de raíces curativas de la mujer (32 gotas de 2 a 4 veces al día): 3 partes (12 gotas) de dong quai (Angelica sinensis), 2 partes (8 gotas) de peonia china (Paeonia lacti-flora), 1 parte (4 gotas) de unicornio falso (Chamaelirium luteum), 1 parte (4 gotas) de cohosh negro (Cimicifuga racemosa), y una parte (4 gotas) de ñame silvestre (dioscorea vellosa).
Paso 5:
Paso 5a. Usa suplementos.
Las mujeres con ovarios poliquísticos suelen estar bajas en vitamina A. El aceite de hígado de bacalao es una forma segura de suplementar, si hay necesidad de ello. Pero mejor que esto es comer más verduras verdes, rojas y naranjas cocinadas.
Paso 5b. Usa drogas.
-En vez de drogas para la fertilidad, prueba con la tintura de sauzgatillo. Un gotero varias veces al día hasta tres años puede inducir a la ovulación.
-El noventa por ciento de las mujeres que tomaron Metformin (glucophage) oralmente ovularon. (Algunas tomaron Clomid también). Metmorfin ayuda a ovular, aumenta la posibilidad de quedarse embarazada, y ayuda a mitigar el peso.
-Los anticonceptivos orales (las píldoras anticonceptivas), la progesterona por prescripción y/o la espironolactona se pueden usar para bloquear la acción de los andrógenos. Estas drogas pueden aliviar los síntomas y ayudar a disminuir los riesgos de hiperplasia endometrial y cáncer
-Los aceites esenciales de salvia (10 gotas), hinojo (10 gotas), geranio (7 gotas) y rosa (3 gotas), diluidos en dos cucharadas de aceite de oliva –frotando un poco en la barriga- pueden aliviar el dolor del síndrome de ovarios poliquísticos. Los aceites esenciales son una fuerte medicina. Empieza con dosis pequeñas y juzga sobre tu habilidad para absorber sus energías concentradas antes de usarlos en dosis más grandes o por largos periodos de tiempo.
Paso 6. Romper y entrar.
“Lo recuerdo claramente, como si fuera ayer. A lo largo de mi entrenamiento médico me decían que al practicar una hisperectomía por cualquier razón a cualquier mujer de cuarenta años o más, era mi responsabilidad el persuadirla de que le quitaran los ovarios…”.
La cirugía exploratoria no es simple, ni segura, ni está libre de dolor, ni es no-invasiva. Piénsatelo bien, vuélvelo a pensar y piénsatelo otra vez antes de aceptarla. Cada año en EE.UU se hacen medio millón de histerectomías y oophorectomías, el 90 por cien de las cuales son electivas, es decir, no requeridas médicamente.
Día 21: llegando a la fase premenstrual
Pic de Yeztli Ginecología para su artículo Días fértiles y ovulación