#PorUnMundoSinMenstruación

Ya he vuelto. Sé que algunas me estabais esperando (Gatita Pacienteeeee) y sé que no me gusta demorarme ni hacerme la remolona pero he pasado estos últimos días con un gripazo potente y ayer, tras doce horas en coche, he vuelto a casa. Así que hoy llego al blog algo cansada pero con enormes ganas de ponerme al día. (Todo lo que puedo ponerme al día en mi día 24 del ciclo.) 

Por cuestiones del viaje y de la enfermedad espero que no quede desfasado mi comentario sobre el que fue TT (trending topic) en Twitter el primero del año. Como si de una profecía se tratase ante mis cuestiones vitales sobre El Camino Rubí (me autoreviso en exceso) me enteré por Yendéh (que me etiquetó en su muro) que #PorUnMundoSinMenstruación estaba siendo la conversación del momento (todo lo que puede llegar a ser un momento en twitter). Reconozco que me dio una pereza tremenda asomarme por mi balcón a ver qué pasaba en el vecindario tuitero pero una vez asomada no pude apartar la vista. Claro que me indigné ya que reclamar un mundo sin menstruación es de lo más absurdo que una/o puede llegar a balbucear pero lo que más me provocó fue curiosidad. Y es que quise saber qué tipo de persona se encontraba tras esta frasecita de quinceañera.

Haciendo un repaso me encontré con 3 grandes grupos:

– Hombres sin idea de lo que supone menstruar (ni de que gracias a la menstruación de sus madres están aquí tuiteando bobadas) 

– Mujeres, la mayoría adolescentes, con una pésima concepción de la menstruación propia de vivirla con muchos dolores y tapujos culturales

– Mujeres, muchas adolescentes, con el deseo de ser como los hombres (como el imaginario masculino) y buscando la aprobación de éstos a través de la ridiculización de sus propios cuerpos

Y luego claro está estábamos las que con bromas, frases lapidarias, datos y buenas intenciones tratamos de evangelizar sobre la locura de la frasecita de marras. 

La cuestión aquí es que esa frase que tanto nos ha indignado no es más que una muestra real de lo que me encuentro en no pocas ocasiones cuando hablo sobre mi trabajo o cuando alguien me lee. Este tipo de frases, en realidad, es lo que me enseña que queda un gran trabajo y que éste ha de ser hecho desde la comprensión pero sobre todo desde la determinación. Yo me siento responsable de no dejar calar frases de este estilo. No porque yo sea la súper heroína de la menstruación (con capita roja y bragas por fuera de los leotardos) sino porque mi labor es la de crear espacios de crítica y generación de conocimiento. Cuando explico en los talleres que cerca del 70% de los problemas menstruales tienen que ver con una cuestión cultural, muchas se enfadan. No conmigo (siempre les invito a que me pongan en duda, sólo así aprenderán lo que ellas necesitan) sino con el entorno que durante tanto tiempo les ha enseñado que su cuerpo era susceptible de dolor, angustia y vergüenza. No me cansaré de decir que si la menstruación duele es porque hay un problema. No hay nada fisiológico diseñado para el dolor. Nosotras no hemos de padecer dolor simplemente por ser mujeres (pese a que en la Biblia se diga lo contrario). Muchas veces el problema viene causado por malos hábitos como el de ponerse un tampón y correr al trabajo, sin haberse dado un espacio para descansar. Algunas dirán que cómo nos vamos a poner a descansar y yo digo que la planificación occidental (la única que yo conozco) se basa en un ritmo anti-persona pero en especial anti-mujer. Nosotras no somos lineales (nada lo es) y obligarnos a vivir como tal es establecer una relación de violencia con nuestros propios cuerpos. En esta sociedad la violencia contra una misma está a la orden del día. Las dietas que justo comenzamos hoy, los intensivos de gimnasio haciendo un deporte que detestamos, los taconazos que nos doblan por la mitad y que nos ponemos porque «a mi cari le gusta» y muchos ejemplos más, prueban que seguimos habitando en la ignorancia. Sí, claro que muchas somos universitarias y otras tantas ministras pero la incultura hacia nuestro propio cuerpo es extensa. Eso sí, no hay nada de malo en no saber. De hecho yo no supe hasta hace «poco». La cuestión es cuando una se siente feliz en su ignorancia y se regodea en ella. En ese caso sólo confío en que no haya una adolescente al lado para emular los pasos.

Si una se sincera consigo misma se da cuenta de que puede saber mucho del cinturón de Orión y poco o nada de las 4 mujeres que habitan en ella. Muy pocas sabemos que no somos una única mujer en un único cuerpo. De hecho nuestro cuerpo no es el mismo en las diferentes fases del ciclo. Es posible que una quiera creer que puede vivir en su cuerpo de mujer sin tener ni idea de quiénes es. Morir una no se va a morir por no conocerse pero sí que va a vivir como una zombie. Dejada a manos de la inercia y de lo que otros y otras creen saber de ella. Esto para mí es una forma de cobardía con una misma. Suena duro pero es más duro aún vivirse ajena, creerse enajenada porque desconoce que a veces quiere salir y otras tantas quiere estar tranquila en casa y después quizás llorar para después reír. 

Desde aquí sólo puedo decir que hay posibilidades para autoconocerse, espacios para ponerse a investigar sobre sí misma, recursos para seguir trabajando. Para este 2013 debemos dejar de alimentar nuestra ignorancia. No diré que cuando una mujer dice «detesto mi regla, lo mejor de ella es saber que no estoy preñada» un hada muere . Pero sí que diré que cuando una mujer afirma esto hay un desconocimiento tal que a una le lleva a mantener y alimentar ese dolor, ejerciendo violencia contra sí misma. Cada una es libre de hacer lo que le venga en gana, pero que ninguna se crea liberada por vivir en un mundo sin regla. Quizás no haya frase más sumisa que ésta misma

 

 Así que ¡a ponerse las pilas!

Si queréis

★Conocer a las 4 mujeres que hay en cada una de vosotras y sus superpoderes

★Vivir una menstruación más plácida 

★Regular vuestro ciclo y flujo hormonal

★Aprender herramientas que os ayuden a vivir con energía tus ciclos

★Mejorar la relación con vuestro cuerpo y autoimagen

★Profundizar en técnicas que os ayuden a cuidar de vuestra salud

Tenéis la posibilidad de inscribíos a los siguientes talleres de Autoconocimiento del Ciclo Menstrual por un precio más reducido de lo habitual. Yo deseo que esta cuesta de enero no sea la excusa para seguir siendo nuestras propias desconocidas. Porque nos merecemos lo mejor y somos nosotras las únicas responsables de reconocer que somos magníficas y extraordinarias. 

Enero
26 de enero de 2013: Taller Autoconocimiento del Ciclo Menstrual en Catalunya
Abiertas inscripciones. Más información, Aquí
 
 Febrero
16 de febrero de 2013: Taller Autoconocimiento del Ciclo Menstrual en Sevilla
Abiertas inscripciones. Más información, Aquí
 
 (Consultad en la agenda ya que cada mes se actualiza con nuevas fechas y lugares)

Ilustración para Cartas desde mi cuarto propio por Gema Rubio

Además aquí tenéis la videoconferencia sobre los beneficios de conocer mi ciclo menstrual (entre otras) y el boletín sobre cómo me cuido durante la menstruación (incluido en Cartas desde mi cuarto propio. Colección 2012).

Ya no hay excusa que valga. Posibilidades hay muchas y aún quedan por germinar. Que cada una sembremos nuestra parte. 
 
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Conocerte es vivirte. Vivirte es amarte. Amarte es ser libre.

 

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