Estoy de vuelta aunque preciso de calma. Vengo de unos días intensos en Sevilla. Sé que poco a poco podré ir escribiendo sobre lo que he vivido pues regreso renovada y aún no tengo las palabras que hagan honor a tan variadas sensaciones.
Por el momento comparto hoy con vosotras un pedacito de la película de Federico Fellini Ocho y medio (8 1/2). Es una película que ayer Alicia me recomendó mientras veíamos esta secuencia en internet. Os pongo en situación Guido (el hombre protagonista) está teniendo un sueño en el que todas las mujeres que han pasado por su vida están esperándole en casa para agasajarle. Están su madre, su mujer, su cuñada, sus amantes, la azafata de la que nada más oyó una vez su cautivadora voz… La casa tiene un estricto reglamento: las mujeres jóvenes están en la primera planta (salvo su madre y su tía, que aún no siendo jóvenes les permite su presencia) y las mayores en la segunda. A partir de los 40, todas han de ir arriba. En una escena aparece una vedette llorando, pidiendo clemencia porque ella no es vieja y no quiere estar en la segunda planta. En ese momento se ve cómo algunas mujeres se enfadan con Guido y el reglamento, mientras otras lo defienden.
Os invito a prestar atención a los papeles de cada una de las mujeres. Es de una claridad increíble. Hay una mujer subida a la barandilla que le dice que ella es Pepito Grillo, la conciencia de Pinocho. Ella representa a las feministas. Está en italiano pero se entiende bien, bien. Vale muchísimo la pena! Hay hombres, que aún siendo de práctica machista, tienen el alma libre. Fellini era uno de ellos.
Os dejo con el video:
https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=aCXlovPkL0U
Día 19: caminando a la fase premenstrual
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