¿Conoces a la mujer Gruyère?

Soy la mujer Gruyère. Es un tipo de mujer habitual. Está por todas partes. Es muy posible. Casi seguro. Tú también eres una. Lo veo. 

Hoy partió a los buzones de las suscriptoras de los boletines el penúltimo boletín del año. Lleva por nombre La genésis de la mujer Gruyère . Estoy segura de que sabes a qué me refiero. 

Puedes leerlo ya si vas a tu buzón de email si ya estás suscrita y si no, puedes suscribirte en la columna de la derecha de este blog y en un ratito lo tendrás en tu bandeja, listo para ser saboreado.

Aquí te dejo un pedacito:

 

 

Ser una mujer, convertirse en una mujer-mujer, supone renunciar a ciertos gustos y placeres para poder caber en el molde. La historia es que yo apuesto por destruir el viejo molde la mujer-mujer y poder ampliarlo hasta el infinito. Porque ser mujer[1] es un acto heróico. Lo es en una sociedad como la nuestra y sin duda lo es en otras tantas culturas. Esto lo aprendí en la relación con mujeres que, como yo, habían fracasado siendo mujeres- mujeres. Ser mujer no es una vergüenza. Hacerse una mujer es una verdadera revolución y comportarse como la mujer que cada una es, es la hazaña de toda una vida. Algunxs nos dirán que esta rajita [2] no es motivo de vergüenza pero que tampoco es motivo de júbilo. Pues yo digo que no sólo es la rajita, sino también son las las hormonas que borbotean bajo mi piel y las experiencias que, por ir en este cuerpo, he sido capaz de (sobre) vivir y contar, las que me hacen sentirme orgullosa de la mujer en la que me he convertido. Sí. Mi cuerpo era la parte de la ecuación que necesitaba resolver. Porque por mucho que quisiera ser respetada y valorada, jamás lo sería como un hombre, pues nací en un envase de mujer. Respeto y valor, como el éxito, tienen apellido masculino y mi cuerpo era una traba para disfrutar de ellos. Pero sin mi cuerpo yo no puedo ser. Sin cuerpo nada es.



[1] Tanto si naces con cuerpo femenino como si no.

[2] Hay mujeres que lo son sin haber nacido en un cuerpo femenino. En este caso estoy hablando de las mujeres que nacieron con un cuerpo femenino pero siempre reconociendo que ser mujer, en cualquier cuerpo, es un acto heróico en este sistema. Las diferentes formas de ser mujer son tan valiosas que precisarían de una aportación más amplía y experimentada y como carezco de ella hablo desde la situación que vivo y conozco. 

Día 19: caminando a la fase premenstrual

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Conocerte es vivirte. Vivirte es amarte. Amarte es ser libre.

 

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