¿Cómo creo mejor contenido, cómo investigo en profundidad si desde que apareció Kai lo único que no tengo es tiempo?
¿Cómo puedo salirme de la espiral de la autopromo en la que yo soy un producto y tú una tarjeta con patas, si el escaso tiempo que tengo lo he de utilizar en monetizar lo suficiente para mantener viva la Comunidad sin subir la cuota a las compañeras?
Llevo meses muy jodida, arrastrando estas preguntas.
No soy la única, autoras como Remedios Zafra o William Deresiewicz llevan tiempo señalando la acuciante precarización y explotación de las personas que crean. En tiempos pandémicos se ha incrementado y el futuro no se ve claro, porque ya apenas queda presente.
¿Cómo hemos llegado aquí? ¿Hay salidas? Salidas… ¿dignas?
Quizás vaya bien revisarlo para ver qué responsabilidad tenemos cada una y, sobre todo, para apostar por estrategias de cuidados que permitan la vida de aquellas que, son sus creaciones, nutren nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro alma (si es que ya nos queda algo;) )
Aquí va una pequeña historia con una modesta propuesta que nace en este caluroso verano en el que buscamos olvidarnos del verano perdido de 2020.
La condena de los likes
«Si me dieran un euro por cada like entonces podría tener tiempo para crear en condiciones» le solté a Alex un día (de tantos) de furia y frustración. Y es que ninguna vivimos de los likes. Los que viven de los likes son los señoros de sudaderas de 200$ que viven en Valle Silicio.
Nosotras, las creadoras, vivimos condenadas por los likes, entre otras cosas porque:
1º) Hemos de hacer de todo (DE TODO) para acumularlos.
Para ello hemos de aprender a bailar al son del algoritmo y crear exactamente lo que al algoritmo le gusta. Si te portas mal, si eres una mala niña, te castigará invisibilizándote pero si te portas bien, tampoco te enseñará a todas tus seguidoras (me sigue dando grima el término ‘seguidor’ porque a mí no me gusta que me sigan. Seguir es lo hacen los acosadores). El juego de bailarle a los tíos guays para que nos den las migajas (y encima darles las gracias) traté de superarlo en los apestosos garitos de mi pueblo, pero, sin duda, no lo he conseguido.
2ª) Hemos de crear contenido nuevo todo el tiempo.
Y todo el tiempo es TODO EL TIEMPO. Es inviable crear con sentido y con valor contenido sin poder parar, pensar, tomar perspectiva, reposar, equivocarse… así que creamos mierda. Así de claro, cuanto más gustamos, más mierda estamos condenadas a crear.
3º) No es gratis.
Quiero decir que para nosotras es un coste de recursos y de vida tremendo (la ansiedad es uno de los pagos habituales) y para la seguidora-consumidora es una venta masiva de datos que alimenta a las grandes empresas de publicidad. Estas son las que ‘vienen a salvarnos’ si ‘nos portamos bien’. Pues es de la publicidad de lo que se podría ‘vivir’ en las RRSS. Esto implica utilizar la confianza que has depositado en mí para venderte los productos de empresas afines. Producto con patas, anuncio con patas… y encima debería dar las gracias (¡¡cómeme el «$%»·%W!!)
Al de un rato Alex me dijo: ¿Y si te abres un Patreon?
Investigué, le di vueltas y no… no lo veía claro. Veía los perfiles de creadoras que yo misma apoyaba y veía que se estaban matando en crear mil cosas para justificar los diferentes grados de membresía. Crear mil cosas más no era lo que necesitabas tú ni yo, sino crear contenido de calidad, a fuego lento y , para eso, seguía necesitando tiempo y para el tiempo, dinero. Además, Patreon es posible gracias empresas de Venture Capital que ya están achuchando al fundador para que rentabilice la inversión (y eso siempre reacae en las creadoras y, en especial, en la clase media de creadoras. No nos engañemos: pocas creadoras alcanzan la super fama, la mayoría somos modestas. Modestas y de buen material pero no hacemos brilli-brilli en la oscuridad).
En resumen: se trataba de una plataforma gigante, masiva, sostenida por señoros que buscan el máximo beneficio para pagar sus teslas y cryptoparties y que, honestamente, no se lleva muy bien con el pago de impuestos. Jummm, nope, paso de alimentar la cartera de otros peces gordos (por muy moderners y amantes de la cultura que parezcan.)
Cuando vio mi morro torcido, me dijo:
Olvídalo, vamos a hacer algo mejor.
kumo-no-ami
El texto que viene a continuación es lo que escribí la misma tarde-noche en la que Alex invocó a la locura de crear un nuevo proyecto(teniendo una criatura de menos de 2 años gruñigritando por la casa-estudio-madriguera) y después de hablar con Ako (mi querida colega japonesa que es más sevillana que nipona):
«Para investigar y crear contendido de calidad, con Kai y la Comunidad, necesito más tiempo y para ello necesito dinero. Desde que me quedé embarazada no he podido investigar como quería, no como necesitaban. Ha de ser para todos los colectivos precarizados de creadoras: madres, mujeres, jóvenes, que tienen muchos saberes y no tienen tiempo para investigar/crear y dar lo mejor de sí. Necesitamos poner en relación nuestros saberes. Trabajamos en curros precarios, es hora de poder sostener nuestros conocimientos entre todes. Nos necesitamos: kumo-no-ami»
De arañas y redes
Kumo 蜘蛛=araña + no の=de + ami 網= la red.
La red de araña.
Una araña sostenida por su red.
Kumo, araña inspirada en Chthulu de H.P. Lovecraft, corazón palpitante de la propuesta filosófica de mi admirada Haraway en su obra Seguir con el problema: Generar parentesco en el Chthuluceno. Frente al necrotizante Antropoceno, el simbiótico y vital Chthuluceno. Frente a la mortal y asfixiante basura, compost. Y si hay algo en lo que soy buena es en hacer abono de la mierda. Como buena mujer-lombriz no podía no hacer el mejor compost posible de la súper mega mierda en la que, nos dicen, hemos de (mal) vivir las creadoras.
En tiempos de basura e infoxicación, de precarización y scroll infinito… nace KUMO.
kumo es una plataforma para personas que apuestan por el cuidado mutuo entre quien disfruta de un buen contenido y quien lo crea.
Donde una kumo es una creadora que crea contenido de calidad en condiciones de justicia y buentrato gracias al apoyo de su red de amis. Y una ami es aquella persona que, con su apoyo económico mensual, sostiene a una kumo para que pueda crear, en condiciones justas, contenido de primera calidad.
kumo.media
Nosotras apostamos todo a cuidar, cuidar el vínculo que se teje entre la creadora y aquella que disfruta el contenido creado (muy diferente a consumir cual oruga). Además creemos que el buen contenido no ha de pagarse con los millones que cuestan nuestros datos ni con obscenas cantidades. Con una cuota tan peque como 2’99 euros al mes, cada ami puede apoyar a su kumo favorita y, a cambio, podrá:
- Acceder a todo el contenido que cree su kumo apoyada. En kumo no existen grados de membresía. Aquí todas viajamos en primera.
- Comentar, dar feedback, recomendar y agradecer directamente a la kumo. Comparte ideas e impresiones con la red de amis. Todas para una, y una para todas.
- Disfrutar de contenido de primera calidad recién elaborado.Porque lo importante no es cuánto contenido consumes en un día sino qué contenido nutre tu vida.
- Avisos de cuando la kumo haya creado nuevo contenido, eventos o haya actualizaciones nuevas. De esta manera cuidamos el tiempo y entramos cuando realmente nos apetezca. La vida es demasiado valiosa para pasarla delante de la pantalla.
- Seguir de cerca el proceso creativo de tu kumo y ser parte activa de este. Es un verdadero lujo poder acompañar a una creadora en su proceso.
- Hacer posible que la kumo pueda liberar el contenido que ella elija para que todo el mundo pueda acceder a contenido de primera.
Sabemos lo que un corazón rojo significa realmente,
y es que, donde ponemos el corazón, ponemos los cuidados. Por eso, en kumo, el corazón rojo es para apoyar a esa creadora que tanto nos nutre. Nada de likes, nada de contenido basura. Contenido de primera, ético y de trato justo es lo que conseguimos si todas nos cuidamos. Y es que, lo mismo que buscamos nutrirnos de comida ecológica y de cercanía desde el buentrato, deberíamos buscarlo cuando se trata de nutrir nuestros coquitos. Porque el contenido bueno es el que persigue movilizar, generar cambios, activarnos, hacernos enfocar el mundo desde otra perspectiva… No sé tú, pero yo me niego a crear cheeseburguers.
Vivimos en la incapacitante náusea mental y ya es hora de parar.
Sin ti, solo es paja
No te voy a mentir (no lo he hecho nunca y ahora no sería el mejor momento): sin ti, esto no va a funcionar. Esto está claro, por mucho que hagamos, sin tu apoyo, poca historia. Y esto no nos asusta porque nacimos así hace 6 años con la Comunidad Soy1Soy4 y hace 11 con El Camino Rubí. Siempre hemos dependido exclusivamente de ti y, honestamente, te prefiero a ti antes que a las grandes empresas o a las instituciones. Una vez más, será nuestro vínculo el que nos sostenga, como siempre ha sido y siempre será (o eso deseo).
Te cuento que estamos empezando y que estamos en la versión beta 0.1. Esto significa que vamos a mejorar cada día y que, por ahora, yo seré la primera kumo (kumo 0 o kumo cobaya, si te gusta más visualizarme con bigotitos).
❤️ YO COBAYA: YO MONSTRUO
Apoyando mi kumo, haces posible que pueda crear mensualmente contenido monstrual para prender fuego al mundo. Con el apoyo que reciba de cada ami, podré investigar y crear como me pediste en aquellos meses que muchas queremos olvidar.
Ahora mismo, en mi kumo, está listo para escucha el primer capítulo de la tercera temporada de MoMster (he vueltoooo) con las Cartas de Verano de la Señora M. También está esperándote un video didáctico sobre el masaje abdominal maya que aprendí con Cristina Alonso, de Luna Maya, y que por fin comparto en abierto (y que es mano de santa para equilibrar el ciclo).
Y para seguir creando los nuevos capítulos y el nuevo material, te necesito a ti.
¿Cómo te haces ami? ¿Cómo apoyas mi proyecto?
1. Crea tu cuenta en kumo.media
Con ella podrás acceder al contenido liberado, mío y de las kumos por venir. El registro es gratuito.
2. Crea una suscripción.
Solo con ella podrás activar el apoyo a mi kumo.
3. Apoya mi kumo.
Clica en el corazón rojo de mi kumo «Yo Monstruo». Aquí es donde tu apoyo se traduce en tiempo para crear todo lo bueno que puedo dar.
3. Disfruta de toooodo el contenido y teje con la red de amis que sostienen mi proyecto. Ya estoy dándole vueltas al próximo artículo, ¿me ayudas a hacerlo realidad?
Esto no es solo para mí
Esto es para todas, porque cuidarnos entre todas es lo que me mueve aun en la angustia de saber si esto tirará o no. Así que, en los siguientes meses, irán sumándose las nuevas kumos que hemos seleccionado con mucho mimo. Vamos a ir paso a paso, viendo cómo es la mejor manera de cuidar a las creadoras, creando herramientas de publicación que permitan crear cómodamente a aquellas que no tenemos tiempo para crear todo aquello que nos bulle en la cabeza mientras cambiamos pañales, cogemos el quinto metro, fregamos los cacharros… Esperamos poder abrir plazas para postularse como kumo en breve, pero como todo lo bueno, llevará tiempo.
Además, con tu apoyo podré seguir creando las newsletters y liberando contenido para aquellas compañeras que se encuentran en situaciones de máxima precariedad. Esto va de cuidarnos nosotras y cuidarnos entre todas. Es tiempo de arañas y redes, de lombrices y compost, de corazones que laten y salpican. Siempre hay grietas por donde colarse la luz. Está en nuestras manos permitir que entre y lo bañe todo. Y no, no es una frase bonita (que algo de encanto tiene) sino que es de las pocas salidas dignas que nos quedan.
Confío,
en nosotras, confío.
🧑🎤bonus track
♥︎AGRADECIMIENTOS:
Gracias a cada una de las compañeras de Soy1Soy4 porque sin sus cuotas no podríamos haber arañado ni tiempo ni sueño para crear este proyecto.
Gracias a Virginia Rodrigo por nuestras angustias compartidas y por nuestras conversaciones de ida y vuelta.
Gracias a Ana y Manoli por cuidar cada mañana de viernes a Kai y mantener nuestra casa en orden.
Gracias a abu Tete y abu Fafa por acogernos cuando las obras de todo el vecindario confabularon en nuestra contra.
Gracias a Remedios Zafra por interpelarme tanto y tan hondo.
Gracias a Haraway y otras criaturas pensantes que son capaces de robarme el sueño y excitarme el seso hasta no poder no crear esos mundo posibles.
Gracias a Kai por recordarme que nos toca hacer nuestra parte.
Gracias a ti, por seguir ahí y no soltarme.
💀En mi IG hay unos cuantos videos que le ponen cara a esto de crear y criar en tiempos de 💩💩💩.
Aquí va uno sobre cómo odio ser un producto con patas y otro sobre la necesidad de que me compres tiempo (así de claro y duro).
🤟Para cuidar a las creadoras necesitamos millones…
Millones de personas que se comprometan a cuidar y respetar el trabajo que estas ponen en sus manos.
kumo está creado y administrado por únicamente dos personas: una creadora de contenido harta de la explotación y un apasionado de la tecnología ética. No dependemos de venture capital, ni business angels. Queremos demostrar, como lo venimos haciendo en otros proyectos, que no necesitamos venderte ni vendernos para tener lo que nos merecemos: contenido de calidad de trato justo y digno. Estos son nuestros compromisos contigo:
- Tú no eres el producto. No necesitamos venderte ni vendernos para garantizarte las mejores condiciones. No extraemos tus datos, ni los microsegmentamos ni traficamos con ellos. De hecho pedimos únicamente los datos mínimos y necesarios. Es con la cuota de suscripción de todas las amis que kumo es posible.
- Tenemos una estricta política de privacidad para garantizarte la mejor experiencia de usuaria. Puedes leerla aquí.
- Tu tiempo es tuyo. No competimos por tu atención. No utilizamos funcionalidades que generen adicción y el contenido es amplio y seleccionado aunque no ilimitado. Tu tiempo es demasiado valioso para pasarlo delante de una pantalla.
- En kumo el contenido no se consume, se saborea porque alimenta y nutre. Las kumos no son máquinas extractivas. Las amis no son ojos que engullen. Combatimos la infoxicación que no genera más que inmovilización. Nos queremos activas y rebeldes.
- 0% algoritmos, 100% humanas. Ningún algoritmo alterará tu feed, tú eres quién elige qué ver y cuándo. No manipulamos el feed de las amis como tampoco alteramos la visibilidad del contenido publicado de las kumos. El contenido de las kumos está creado por ellas desde sus propios criterios. Algunas, incluso, podrán pedir soporte a su red de amis. Las kumos son seleccionadas y acompañadas por un consejo editorial que las ayuda a poner en manos de las amis el mejor contenido posible. En kumo somos tremendamente humanas.
- 0% odio y destrucción. Contamos con una estricta moderación señalada en los términos y condiciones que han de ser aceptados para acceder a kumo. kumo es un espacio nutritivo, no un pozo de odio mediático.
- Una kumo es una persona, no una marca ni un producto. Es por esto que en kumo encontrarás el proyecto de tu kumo y, de manera diferenciada, la cuenta de usuaria de tu kumo. Se acabó la explotación de tener que encarnar tu propia marca. Trabajo y vida necesitan ser diferenciados.
- No a la tiranía de los likes. El apoyo a las kumos se demuestra con dinero. Con una pequeña cantidad tenemos la posibilidad de acceder a contenido de la máxima calidad sabiendo que estamos tratando en condiciones de justicia a esa persona que está creando. Por ningún lado encontrarás el botoncito para likear. Eso sí, con tu apoyo podrás comentar, dar feedback y proponer ideas a tu kumo y hacer piña con la red de amis que sostenéis su proyecto.
- 0% dopamina. Todas las funcionalidades están diseñadas para no alimentar los impulsos dopamínicos. No queremos que te quedes porque estás químicamente enganchada.
- Blindadas ante los depredadores. Ni Google ni Amazon tienen acceso a kumo. Alojamos tus datos en servidores seguros que no pertenecen a las empresas gigantes depredadoras de datos. En kumo estás a salvo de su vigilancia.
- Reducimos la huella de carbono. El tiempo que pasamos enganchadas a las RRSS pasa factura a nuestro clima ¿Sabías que la huella de carbono generada por Internet supera a la del tráfico aéreo mundial? En kumo no serás invadida por las notificaciones ni por un scroll interminable. Así podrás cuidar de ti, de tu tiempo y de nuestro planeta.
Lees todos nuestros principios aquí.